PRS Standard 22

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“Che, ¿te compraste una PRS?...” me preguntaban algunos con cierta envidia al verme cargando esta guitarra. “No –respondía yo con algo de resignación- me la dieron solamente para hacer un test”. ¿Es la PRS la guitarra que todo guitarrista quisiera tener? Y la verdad es que después de probarla me quedé con las ganas de sumar una de estas bellezas a mi colección. Pero, dejemos de soñar y vayamos al grano.

Son tres las líneas que básicamente conforman el espectro Paul Reed Smith o simplemente PRS: la CE con mango atornillado hecha en USA, la SE con mango atornillado pero hecha en Corea, y la Standard, Custom, Singlecut y McCarty, que traen el mango encolado, también fabricadas en USA.
La CE es básicamente como una Standard, con cuerpo de caoba y tapa de maple. En esta línea encontramos también la “Swamp Ash”, la cual cambia el material del cuerpo por el fresno. En la serie más económica -la SE que parte desde los U$650 aprox.- encontramos modelos con puente fijo o con palanca. Por ejemplo, está la “Soapbar” con pickups P-90, las dos versiones del modelo “EG” (tres pickups simple bobina o dos simples y un doble), la “SE Singlecut”, la “Tremonti SE” y la “Santana SE” con dos pastillas de doble bobina.
En cuanto a la serie clásica de PRS -o sea la que lleva mango encolado- está la “Standard” con cuerpo de caoba, la “Custom” con cuerpo de caoba y tapa de maple, las “Singlecut” y las “McCarty”. Tanto la “Standard” como la “Custom” o la “Singlecut” pueden venir con puente fijo o con palanca, y las dos primeras pueden ser de 22 o 24 trastes.
El tipo de pickups depende de la cantidad de trastes que traiga el instrumento. Por ejemplo, las de 22 trastes vienen con pastillas cubiertas Dragon II, y las de 24 traen las HFS descubiertas.
Entre las opciones se encuentran las marcas en el diapasón (moon o birds), accesorios cromados o dorados, tapa flameada en la caja y, por supuesto, el grosor del mango (wide fat o wide thin). En el caso de las “McCarty”, estas guitarras siempre traen puente/cordal todo en uno, clavijas vintage con paleta de nácar y pickups McCarty.

STANDARD 22
Nuestra “Standard 22” tiene la particularidad de tener una terminación mate que PRS llama “satin”. O sea que la guitarra no lleva laca en su cuerpo o mango, haciendo que su look sea opaco. Esta terminación me hizo entrar en confianza con el instrumento desde un primer momento, perdiéndole ese respeto de… ¡ojo que es una guitarra nueva! ¡Qué loco!, ¿no? Lo más sorprendente fue que estaba perfectamente afinada y seteada, y que su palanca no desafinaba para nada.
Si bien no se trata de un instrumento lujoso tiene algunos detalles, como por ejemplo las inscrustaciones de aves en el diapasón, o la marca grabada en dorado sobre el clavijero.
Como es de suponer, los accesorios de la guitarra son de primera, y todos los detalles están cuidados. Desde los bordes de los trastes hasta los calados de la cejuela. Esta sumatoria de partes hacen un todo, que refleja la filosofía de Paul Reed Smith en cuanto a lo que una guitarra eléctrica debería ser.

PRESTACIONES
Si te gustan los mangos tipo Gibson, el wide-fat de la Standard te va a ir como anillo al dedo. Si te gustan los sonidos con cuerpo, balanceados y con buenos medios, entonces los pickups Dragon II van a estar a la medida de tus oídos. Si buscás simpleza en la parte electrónica, entonces el circuito de la Standard con su llave de tres posiciones, su volumen y su tono, no te van a traer dolores de cabeza. Si no te gustan las guitarras pesadas, el cuerpo y el mango de caoba junto con la trastera de palisandro de la Standard no te van a dejar el hombro “…hecho percha”. Si además te gusta jugar con la palanca, el sistema de vibrato con cuatro resortes junto con las clavijas con traba (locking low-mass tuners) te van a permitir desde un suave vibrato tipo David Gilmour hasta un “dive-bomb” tipo Van Halen.
En síntesis, si buscás aquella guitarra para toda la vida, probate una PRS… ¡que no te va a defraudar!

Test por Marcelo Roascio