Instalación de enganches de correa y reparación del asiento del tornillo


Para evitar accidentes graves y el enriquecimiento innecesario de tu luthier, es necesario revisar a menudo el estado en el que se encuentran los enganches de correa. Una buena forma de hacerlo es adquirir la costumbre de hacer el movimiento de arrancarlos o girarlos con los dedos cada vez que ponemos la correa en la guitarra. Si detectamos el más mínimo movimiento de los mismo, es que es el momento de reapretarlos o reparar el asiento de madera (el agujero para el tornillo, para entendernos). Otra buena costumbre es la de no guardar la guitarra o bajo en su funda con la correa puesta, sino quitársela cada vez que guardamos el instrumento.
En el caso de que un simple apretón con el destornillador no sea suficiente, cosa que ocurre tarde o temprano, no se te ocurra solucionarlo momentáneamente metiendo trozos de mondadientes, papel o cualquier otra cosa en el interior del agujero para estrecharlo... porque la solución momentánea acabará convirtiéndose en definitiva y muy pronto volveremos a tener el problema, posiblemente con malas consecuencias.

El proceso para reparar adecuadamente el agujero del tornillo es el siguiente:

Compra en una ferretería o tienda de bricolaje una tira de varilla redonda de madera, no de las lisas, sino de las que vienen estriadas. El diámetro adecuado, si es que el agujero no es ya de un tamaño considerable, será de 6 milímetros de diámetro, aunque si es necesario puedes utilizar un diámetro algo mas grande.

Después de extraer el enganche viejo y su tornillo, taladra de nuevo el agujero con una broca para metales de exactamente el mismo diámetro que el de la varilla que has comprado. Las brocas específicas para madera tienen una punta afilada en el extremo que no las hace útiles para agrandar un agujero ya existente.

El nuevo agujero debe tener una profundidad algo mayor que la longitud total del tornillo que vas a instalar. En la zona de la guitarra donde van instalados los enganches de correa, no hay peligro alguno al hacer estos taladros, pero no es necesario que hagas un agujero de un palmo de profundidad...

Al taladrar el nuevo agujero, habrás limpiado a fondo de restos de óxido del tornillo viejo y restos de madera, papel o colas que hubieras utilizado anteriormente para solucionar tu problema.

A continuación, corta un trozo de varilla de madera mas largo que la profundidad del agujero. Procura que los bordes del corte te queden limpios de astillas (por ejemplo, con un poco de lija gruesa...).

Sobre un banco de trabajo, una mesa sólida ó el mármol de la cocina, extiende una manta vieja, para amortiguar, y pon sobre ella la guitarra, firmemente sujeta (que alguien te eche una mano, porque tu necesitaras todas las que tengas).

Rellena el agujero mas o menos hasta la mitad de su profundidad con Titebond, o en su defecto, con cola blanca de carpintero. No utilices ningún otro tipo de cola. Introduce el trozo de varilla de madera que has cortado y con una maza de nylon o goma, o con un martillo normal y corriente, ve golpeando con firmeza (pero sin pasarte...) hasta que haga tope. Lo notarás fácilmente por la diferencia de sonido del golpe cuando la varilla toque el fondo del agujero. Toda la cola sobrante irá saliendo expulsada por las estrías de la varilla.

Una vez la varilla introducida hasta el fondo, limpia bien toda la cola sobrante, y déjalo secar todo hasta el día siguiente.

A continuación, con la cola bien seca, puedes cortar el trozo de varilla sobrante que asoma del agujero. Protege los alrededores con cinta de papel adhesiva y córtala con una sierra adecuada (no utilices ese serrucho oxidado que hay en el garaje, consigue una sierra mas o menos en buen estado y no muy grande). Ten precaución de no rozar la pintura del cuerpo al hacer esta operación.

Ahora, marca con un punzón o un clavo el centro de la varilla y taladra el nuevo agujero. Debes hacerlo con una broca para metales de un diámetro aproximadamente ½ milímetro menor que el del nuevo tornillo. Digo nuevo, porque lo más normal es que el viejo esté oxidado, torcido, o con la cabeza dañada. Así que, después del trabajo que te has tomado en repararlo todo adecuadamente, no seas agarrao y compra un nuevo juego de enganches de correa.

 

 

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