Tallado e instalación de una cejuela de hueso


En primer lugar, después de extraer la cejuela vieja, limpiaremos de restos de cola y fragmentos de hueso o plastico el alojamiento de la cejuela.Es muy importante recuperar una base perfectamente plana y limpia antes de instalar la nueva. Podemos utilizar, con cuidado de no ensanchar el canal, una lima rectangular para metales.


Escogeremos un bloque de hueso de la medida adecuada.Debe ser de un grosor ligeramente superior a la anchura del canal.


Utilizaremos un taco de madera perfectamente plano al que pegaremos con un trozo de lija de agua (grano 400) para rebajar el grosor del hueso.La forma adecuada de utilizarlo es frotando el hueso sobre el taco de lija. Comprobaremos a menudo el grosor para no eliminar demasiado material.

Es importante que encaje a la perfección, sin ningún tipo de holgura.También utilizaremos el taco para asegurarnos que la base del hueso ha quedado perfectamente plana y se acopla correctamente sobre su asiento, sin quedar levantado por ninguno de sus lados.


Ahora, marcaremos con lápiz el sobrante del bloque de hueso, y trazaremos también el radio del diapasón, dejando asomar aproximadamente unos dos o tres milímetros por encima de la superficie del diapasón.


Cortamos el sobrante lateral del bloque de hueso con una sierra. Puedes utilizar una hoja para metales o una pequeña sierra para madera de diente fino.Lo importante es que el corte sea limpio y perfectamente perpendicular.


Eliminaremos el sobrante de la parte superior, siguiendo como guía la marca de lapiz que hemos hecho siguiendo el perfil del diapasón.

La herramienta adecuada para hacer esto es una pequeña lijadora de banda, aunque si no dispones de ella, puedes sujetar firmemente el bloque de hueso en un tornillo de mecánico (atención con no romper el hueso al apretar) y limarlo con una lima para metales de media caña.


Esta es la forma que debe tener ahora tu nueva cejuela.Fíjate en la inclinación que le hemos dado al hueso en su parte superior. También has de limar los laterales del hueso para que la anchura sea la exacta y definitiva. Ademas de una lima, para los laterales debes utilizar un poco de lija de agua grano 400 para conseguir un acabado bastante fino.


Una vez hemos comprobado que la anchura del hueso y su grosor son los definitivos, fijaremos la cejuela en su alojamiento con una gota de cianoacrilato. Atención, solo debe quedar fijada para que no caiga, pero debes poder sacarla con un golpecito seco sin ningún problema. Debes poner muy poco adhesivo. Si se suelta durante el trabajo, siempre puedes volver a pegarla.


Es muy importante proteger con una o dos capas de papel de enmascarar las zonas contiguas al hueso, dado que vamos a utilizar limas, lijas y productos abrasivos.


Marcamos con la mayor precisión la posición de las cuerdas. Si no dispones de una plantilla para cejuelas, una medida correcta es trazar la posición de la primera y sexta cuerdas dejando tres milímetros de distancia entre la marca y el borde de la cejuela (borde del diapasón). Una vez situadas estas dos cuerdas, calcula la posición de las demás con el mayor cuidado, comprobando que están todas perfectamente equidistantes. Este paso es vital para que el resultado final sea totalmente satisfactorio.


Utilizaremos un juego de limas calibradas para cortar los slots de las cuerdas. En este caso no es recomendable utilizar ningún otro utensilio. Los slots deben ser de la anchura adecuada, ni mas ni menos, y su parte inferior curvada para un correcto apoyo de la cuerda.



Con la lima adecuada para cada cuerda, procederemos a hacer la primera marca para apoyar las cuerdas. No es necesario que sean muy profundas, simplemente hay que atender a posicionar las cuerdas correctamente y con total precisión.


A partir de este momento, instalaremos ya el juego de cuerdas. Esto es imprescindiblepara comprobar la perfecta situación de las mismas (si no hemos hecho las marcas demasiado profundas, aun estamos a tiempo de corregir la posición).

El hecho de tener las cuerdas puestas nos permitirá también ajustar correctamente la profundidad del slot de cada cuerda individualmente. En la imagen podemos apreciar la posición de las cuerdas alojadas en los cortes no demasiado profundos. Fíjate en la inclinación que hemos dado a las marcas de la tercera y cuarta cuerdas para dirigirlas mejor hacia sus clavijeros. Lógicamente, en una cejuela para una pala de 6 clavijeros en línea, esta inclinación no será necesaria.


Ahora viene otro paso de gran importancia. Es el corte de la profundidad necesaria para cada cuerda. De esto depende la suavidad de acción de la guitarra en los trastes superiores y la correcta afinación de las cuerdas en los primeros trastes respecto a las notas tocadas al aire. El método para conseguir una profundidad correcta, es el que se ve en la imagen. Debes pulsar la cuerda en el segundo traste, y comprobar que en su pendiente hacia la parte superior de la cejuela queda muy próxima al primer traste, pero sin tocarlo.

Teóricamente, la distancia libre entre la cuerda y el primer traste (con la cuerda pulsada en el segundo traste, recuerda...) debería ser la misma que el grosor de la cuerda. De todos modos, pon mucha atención en no pasarte de profundidad; siempre es mejor dejarla un poco alta y rectificar a última hora. Imagen cejuela15.jpg En esta imagen puedes ver como las cuerdas van quedando "sumergidas" en la cejuela una a una, a medida que vamos profundizando los slots.


Aquí tenemos todas las cuerdas ya ajustadas a su altura correcta respecto al primer traste. Como verás, están muy hundidas en el hueso, por lo que hemos de eliminar el sobrante de hueso de la parte superior.


Para eliminar el sobrante superior, con las cuerdas puestas para que nos sirvan de tope, utilizaremos una lima para metales de media caña, con un grano mas bién grueso. Eliminaremos material hasta llegar a rozar con la lima las cuerdas (este juego de cuerdas solo nos va a servir para tallar correctamente la cejuela, así que utilizaremos el mas económico que encontremos, pero que sea del calibre que vamos a utilizar luego.)

Las cuerdas no deben quedar "enterradas" en la cejuela, sino simplemente apoyadas y encajadas ligeramente. La profundidad del slot debe ser solamente la necesaria para que la cuerda no pueda salirse de su posición correcta, pero parte de ella debe sobresalir de la superficie de la cejuela. Una vez notemos que estamos tocando con la lima las cuerdas, las sacamos de su alojamiento y damos un toque final de lima para eliminar el material sobrante.

Si ahora colocamos de nuevo las cuerdas, aunque la cejuela todavía es tosca y no está acabada, debemos comprobar que la guitarra es perfectamente tocable, con una acción baja y ningún trasteo. Sacamos nuevamente las cuerdas de su alojamiento, y perfilamos la parte superior de la cejuela con una lima para metales plana de grano medio-fino.

También debemos perfilar los bordes laterales de la cejuela para que tengan una suave curva y no resulten molestos al tocar, además de darle mejor aspecto final.


Seguimos perfilando la forma definitiva de la cejuela, esta vez con una lija de grano 400. Acabamos de perfilar utilizando un poco de lana de acero, que dará un primer pulido y suavizará la superficie.


Ahora solo resta el pulido final. El hueso es un material noble, y con un buen pulido se consigue un aspecto final inimitable, además de endurecer la superficie y conseguir un perfecto deslizamiento de la cuerda en su slot.


Empezamos con un pad flexible de lija ultrafina y pulimento Clover n° 1. Para acabar, utilizaremos un paño de algodón y pulimento Clover n° 3. No te olvides de pulir también el interior de los slots de las cuerdas.

 

 

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