Restauración de una Gibson SG 1958


No todos los días tenemos en el taller un instrumento tan interesante como esta Gibson SG del año 58, por lo que hemos pensado que, puestos a mostrar el proceso de restauración de una guitarra, que mejor que esta venerable dama.
El estado de conservación es bastante bueno, conservando todos sus elementos originales y sin haber sufrido modificación alguna que la desvirtúe. Los problemas concretos que han hecho decidirse a su propietario a visitar el taller se concentran en el mástil (trastes muy gastados y deformación del diapasón), y creemos que tienen suficiente interés, al margen del proceso de rejuvenecimiento y puesta a punto, como para mostraros en detalle todo el trabajo. Solo el hecho de poder examinar con detenimiento las interioridades de una guitarra de un modelo tan emblemático y de una edad como la suya, ya merece un vistazo a esta colección de fotos. Esperamos que las disfrutéis.

PROCESO PASO A PASO.

Antes que nada, se hace necesario una observación general del instrumento para plantear el plan de trabajo que vamos a seguir.

Empezando por la pala, advertimos que los clavijeros (originales) están completos, sin golpes ni reparaciones en su fijación a la madera. Van bastante duros pero conservan su progresividad. Tienen bastante oxido en su superficie.


El barniz de la pala en su parte superior y el logotipo se conservan en buen estado, necesitando simplemente un buen pulido y tratamiento para recuperar su brillo natural sin alterar el aspecto envejecido. En la parte posterior de la pala está grabado el número de serie. Una vez comprobado en el Gruhn Guide, junto a algunos detalles de construcción, verificamos el año de fabricación; 1958.

El estado de los trastes es de desgaste total, por lo que se hace imprescindible un cambio completo. También el diapasón ha sufrido las consecuencias del uso y del tiempo; se observan, además de los surcos de desgaste en su superficie, algunas zonas en las que la madera se ha dilatado un poco provocando una curva del mástil poco progresiva, especialmente en su parte final (desde el traste 17 al último) en la que observamos un cierto levantamiento del mismo. Mas adelante veremos la causa de este defecto.

Observamos el craquelado típico de los acabados nitro celulósicos. Es un efecto del tiempo en este tipo de pinturas, aunque de ningún modo vamos a intentar eliminarlo, sino simplemente proceder a una limpieza a fondo de la suciedad incrustada en algunas zonas y un pulido general muy cuidadoso para no degradar el barniz original.

En algunas zonas, en especial las de mas roce, hay desconchados en la pintura producidos por el desgaste, que han dejado al descubierto la madera. También se observan daños en el cromado del puente.

Procedemos a desmontar el clavijero para su restauración, lo cual nos permite también observar en detalle el estado del barniz de la pala en su cara anterior.
Con mucho cuidado de no dañar los botones plásticos del clavijero, limpiamos interiormente el mecanismo con acetona, para disolver restos de lubricante reseco
La rápida evaporación de la acetona permite hacer esta limpieza sin dejar residuos de ningún tipo.
Posteriormente, inyectamos en el interior de cada clavijero un lubricante denso de teflón.

Para eliminar la capa de óxido exterior, utilizamos un mini taladro Dremel equipado con un cepillo circular de púas de latón. Este cepillo, mucho mas blando que el de púas de acero, es muy eficaz para desincrustar el óxido sin dañar la superficie metálica.


Este es el resultado final.

El siguiente paso será desmontar la electrónica. Todos los elementos son los de origen. Potenciómetros, condensadores, cableados, incluso el jack, todo en buen estado de conservación, pero con problemas de funcionamiento. Dos potenciómetros están prácticamente clavados por la suciedad, y casi todas las soldaduras están bastante deterioradas por el tiempo.

Las flechas indicadoras metálicas de los potenciómetros se han oxidado, introduciendo suciedad en el interior del pote y dañando la pintura a su alrededor.

La restauración de la electrónica consistirá en una limpieza a fondo de cada potenciómetro con spray limpiador de contactos y la aplicación de una gota de lubricante líquido de teflón en los ejes.

También aplicamos limpiador de contactos en el selector de pastillas, además de limpiar con la Dremel la rosca exterior, bastante ennegrecida por el óxido. Se ha cepillado a fondo todo el conjunto para eliminar el polvo acumulado. Tras eliminar el estaño antiguo con un soldador aspirador, se rehacen todas las soldaduras. Hemos preferido sustituir el jack original, muy deteriorado, por un Switchcraft idéntico.

La extracción de las pastillas de sus alojamientos, permite comprobar el estado de la unión mástil-cuerpo. También procederemos a una cuidadosa limpieza de las mismas. No está de mas la comprobación de la impedancia interna de los bobinados,aunque ya habíamos probado anteriormente que funcionaban bien. Esta medida nos permite comparar las impedancias de las dos pastilla entre sí y ver que nos da una lectura semejante para las dos.

La extracción del golpeador ha puesto en evidencia el problema mas grave que hemos encontrado en este instrumento. El diapasón, en su parte inferior (traste 17 al último), se ha despegado del mástil, provocando la deformación de la que hablábamos cuando observábamos el estado de los trastes y mástil en general. Es bastante posible que la cola se haya deteriorado (rigidizado) con el paso de los años y los continuos cambios de temperatura y humedad. Además, esta es una zona especialmente sometida a tensiones. Comprobamos que se ha despegado limpiamente, sin grieta alguna en la madera del mástil ni en el diapasón.

Efectuaremos esta reparación después de extraer los trastes. Procedemos a quitar los trastes viejos. En un instrumento con los años que tiene este, hay que tomar las precauciones lógicas. La madera del diapasón está muy reseca y resulta mucho mas astillable de lo que ya es normal en este tipo de maderas. En lugar de tirar directamente con las alicates de trastes, vamos a calentarlos previamente con la ayuda de una plancha eléctrica para fundir la más que probable cola que habrán utilizado en el momento de su instalación.


Este proceso de calentar los trastes antes de extraerlos no solamente nos será de gran ayuda en el caso de que hayan utilizado cola para instalarlos; hay que tener en cuenta que el metal también habrá sufrido un cierto grado de oxidación en su parte oculta dentro del slot, y también las resinas de la madera, con los años, se comportan como una cola que suelda literalmente el traste en su alojamiento.

Esta es una muestra del estado en el que se encontraban los trastes.


Tal como vemos en la secuencia de fotografías, la reparación consistirá, una vez comprobada la limpieza de las dos superficies de contacto, en inyectar la cantidad de cola Titebond precisa para conseguir un reparto uniforme en toda la superficie de unión.

Respecto al canal del alma regulable, no necesitamos tomar ninguna precaución en concreto; en este modelo el alma es de varilla simple y está cubierta con un listón de madera que lo separa del diapasón.

Después de inyectar la cola, nos aseguramos que se reparte uniformemente en toda la superficie, especialmente en los extremos exteriores (bordes del diapasón).


Aplicar la presión necesaria, y esperar.



Una vez efectuada la reparación del diapasón, volvemos a comprobar la rectitud del mismo. Apreciamos todavía alguna pequeña deformación, pero el problema mayor, la elevación del diapasón a partir del traste 17 se ha solucionado. Entre esta reparación y las siguientes operaciones, vamos a dejar pasar un plazo prudencial de tiempo, tanto para el perfecto secado de la cola como para que se estabilicen ambas maderas después de un período posiblemente muy prolongado sin unión entre ellas. Entre 10 y 15 días serán suficientes.
El siguiente paso consistirá en rectificar el diapasón para conseguir de nuevo una superficie perfectamente plana donde instalar los nuevos trastes. Vamos a verificar la rectitud longitudinal y también comprobaremos el radio, posiblemente modificado por anteriores cambios de trastes o por el simple desgaste en algunas zonas.
    
Un primer paso del taco de lija con el radio calibrado, nos muestra las zonas en las que hay abultamientos y rebajes en la madera del diapasón.     

Tras trabajar la madera con el taco, llegamos al punto en que los abultamientos han sido corregidos, y también gran parte de las depresiones por desgaste.

Solo nos restan 3 ó 4 zonas en las que el desgaste es demasiado profundo como para repararlo desgastando la madera, por lo que procederemos a rellenarlas con unas pequeñas piezas de palosanto bien escogido para que no se note demasiado la diferencia de tono y veteado. El polvo de palosanto obtenido del lijado nos será de gran ayuda para terminar de rellenar las irregularidades demasiado pequeñas como para repararlas con trozos de madera sólida.

Una parte lenta y tediosa de este proceso será la reparación de los astillados inevitables producidos durante la extracción de los trastes. Es muy importante restaurar perfectamente el slot de los trastes para que tengan en toda su longitud la firmeza necesaria para aguantar el traste bien fijado. Para esta reparación utilizaremos adhesivo de cianoacrilato y polvo de palosanto.
Una vez hemos dado firmeza a los bordes de los slots de los trastes, optaremos en este caso con una limpieza interior de los slots con la Dremel y una broca de dentista calibrada de 0.22". Esta anchura ligeramente superior a la necesaria nos permitirá usar la técnica de encolado de traste en lugar de la instalación típica por presión, mucho menos agresiva con unas maderas y unos encolados de tanta edad.

Hemos elegido el traste Dunlop 6130, por su similitud con el traste original y por ser un tamaño especialmente flexible y de poca rigidez. El exceso de altura de este modelo lo corregiremos posteriormente durante el nivelado. Cortaremos cada traste a la longitud adecuada para su instalación, recortando el tang para su encaje en el binding del diapasón, tal como se puede ver en la fotografía.



El siguiente paso, naturalmente, consistirá en la instalación de los trastes siguiendo la técnica de traste encolado, esto es, en pequeños grupos que quedarán fijados con cola Titebond y presión mediante el taco de radio calibrado.



Tras los pasos habituales en la instalación de trastes (nivelado, limado en ángulo de los laterales y redondeado), pasaremos a pulir la superficie de los mismos. Vamos a utilizar la Dremel con una muela flexible abrasiva de grano medio primero, y otra de grano fino para el pulido final.

Solo resta un pulido a conciencia de todo el barniz de la guitarra. Primero, la eliminación de las incrustaciones de óxido con la punta del bisturí, siguiendo con lana de acero ultra fina.

Hemos tenido que echar mano de toda la gama completa de pulimentos Clover, empezando con el mas abrasivo (pulido de ralladuras, pulido de los plásticos), los medios (eliminación de manchas sólidas e igualación de tonos oscurecidos), y el mas fino (abrillantado general de toda la guitarra, incluyendo plásticos).

Montaje completo, ajuste final y a tocar.

 

 

 

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