Heroes de la guitarra


Cuenta una vieja leyenda que si una noche sin luna uno se sienta a esperar una encrucijada de caminos cerca del Missisipi, y está dispuesto a pagar el precio, en algún momento sentirá un viento muy extraño. Acto seguido, el diablo afinará tu guitarra y de es manera estaras dotado de una habilidad sobrenatural que te convertirá en un notable guitarrista. Claro que en el proceso habrás entregado tu alma y tendras que pagar por toda la eternidad, más temprano que tarde. Pero lo que suceda con ella, una vez activado el ascensor infernal que te lleva hacia el subsuelo, es materia teofísica.
Y si bien la musica es una religión, y ser guitarrista un sacerdocio, mejor que nos alejemos de cualquier altar y busquemos en todo caso el calor de los transistores o las válvulas de un buen amplificardor

Esta historia que aquí se contó es la base del culto a la guitarra eléctrica y la leyenda acerca de la misteriosa figura de RObert Johnson, un guitarrista que nació y murió en el Missisipi, a los 27 años, edad fatal si las hay (Hendrix, Brian Jones, Janis Joplin pueden atestiguar). En el medio hubo una transformación de aspirante a guitarrista a instrumentista consumado. Y todo el mundo asegura que el diablo metió la cola en la transicion. De nada servirá que aparezcan libros de historia sosteniendo que fue un marido celoso el que colocó el veneno en la copa de Johnson, que murio como una rata. Sabemos que los celos son cosa de Satanás, que de esa manera impulsa a maridos ejemplares a cumplir con los mandados que Él precisa.
La historia de Robert Johnson es fundamental porque en ella reside el ADN del culto al guitarrista, y su influencia ha sido decisiva en otros maestro bluseros que compilaron los cromosomas del rock and roll, como B.B. King, Elmore James, Muddy Waters y John Lee Hocker, entre otros.
El culto al guitarrista, que hace del hombre de las seis cuerdas una especie de heroe o semidios, es una veneración que ha aparecido muy recientemente en el tiempo, y en el rock surgió recién a mediados de los 60 con el surgimiento de Eric Clapton, Jeff Beck y Jimi Hendrix.

Sin embargo, eso no quiere decir que no hubiera virtuosos de la guitarra, aunque no en todas las ocasiones un virtuoso es un héroe, o un héroe un virtuoso. Hay un "algo mas", un "plus ultra", un armónico de oro, o una actitud determinada que hace de un guitarrista un héroe de la guitarra.
El rock siempre ha tenido como momento cumbre al solo de guitarra; nociva costumbre que generaciones de músicos eléctronicos condenan como si se tratara de quemar mujeres inocentes en la hoguera cual vulgares brujas. El solo de guitarra es, ha sido y será parte fundamental del ock mientras quede algun sonido que ofrecer. Tambien hay otra realidad paradójica: cada vez hay más guitarritas pero menos solos conmovedores, de esos que convierten a los infieles en veneradores del dios eléctrico de las seis cuerdas. Chuck Berry jamás fue un heroe de la guitarra en el sentido más literal del término: no era habilidoso sino más bien rudimentario, ponía el acento en la voz mas que en la ejecucíon, y pasó a la historia como uno de los grandes compositores. Pero nadie podrá negarle influencia decisiva en los estilos de George Harrison, John Lennon y Keith Richards. Cualquier guitarrista que quiera preciarse de saber tocar rock and roll, deberá dominar como el ABC el riff introductorio de "Johnny B. Goode". O al menos hacer el "paso del ganso"" con el que Berry llevaba al delirio a toda la audiencia cuando hacía un solo de guitarra. En ese paso avícola, anida el anteproyecto del guitarrista como solista.
Los primeros virtuosos dentro del rock son heroes anónimos: Scotty Moore, James Burton (ambos conocidos por sus participaciones junto a Elvis Presley), y sobre todo Cliff Gallup, guitarrista de Gene Vincent a quien Jeff Beck le rindiera tributo en "Crazy legs". Salvo algunos guitarristas detallistas nadie recuerda a estos hombres que fueron fundamentales a la hora de desarrollar la guitarra.

George Harrison, pese a ser la primera guitarra del grupo mas popular de la historia, The Beatles, no es el primer nombre que nos acude a la memoria cuando evocamos a los heroes guitarreros. A Harrison el aprendizaje le costo sangre, sudor y lágrimas y no se trata de metáfora: práctico hasta que le sangraron los dedos, y seguía adelante, chivando como loco y lagrimeando cuando el dolor se le hacía insoportable. Su estilo nunca fue el de un virtuoso, pero con los años se convirtió en uno de los ejecutores más precisos del slide-guitar.
Keith Richards tampoco ha sido un prototipo del heroe guitarrista. Al igual que John Lennon, lo suyo ha sido el rítmo, con algún riff o solo ocasional. También con el correr del tiempo y la maduración, Keith se convirtió en un guitarrista único en su especie, por la enrevesada trama de riffs y acordes que ejecuta caoticamente en cualquier tema de los Stones, pero que construyen una trama maestra. Mucho mas heroicos, en el sentido de la ejecución de la guitarra, fueron compañeros suyos en los Stones como Mick Taylor (ex Bluesbrakers) o Ronnie Wood (ex Faces). Ellos siempre se encargaron de los solos, mientras que Richards comandaba la música junto con Charlie Watts, unos pasos por detras, con mejor panorama.

Pete Townshend tampoco fue ningún virtuoso, pero sí se consagro como heroe de la guitarra por accidente. Una noche experimentaba con el feedback que lograba acercando su viola al equipo -toda un novedad en los primeros 60-, cuando sin querer la guitarra tocó el techo con el mango. Ese sonido casual provovó una ovación, y Townshen quiso repetirlo con tan mala (o buena) suerte que rompió el mango de la guitarra. "No hubo una ovación cuando sucedio eso -cuenta Townshend- mas bien un silencio, como si la hubiera roto de boludo (que asi fue), entonces la rompi para demostrarles que eso era lo que verdaderamente habia querido hacer. La verdad es que fue un accidente". A Townshend lo retaron todos menos su baterista que rompió tambien su instrumento como para no ser menos. En la proxima fecha hubo el doble de gente esperando el acto de destruccion. Así se genero la leyenda de The Who, y poco a poco Townshend fue agregando gestos patentes de "guitar-hero", como su clásico "molinete" .

Jeff Beck, Eric Clapton, Peter Green y Jimmy Page fueron musicos con el blues como norte, que agregaron una habilidad fuera de lo comun al solo rockero de guitarra. De alguna manera ellos lo crearon y le dieron una dimensión importante. Pero el que quedo como el "guitar-hero" mas famoso de todos los tiempos, el que escribio el libro del buen guitarrista, y el que reinventó la guitarra eléctrica con lo que se debe y no se debe hacer, ha sido Jimi Hendrix. Jimi amplió el abanico de posibilidades de la guitarra eléctrica deplegando un mapa de territorio, hasta ese momento desconocido. Introdujo los pedales de efecto, hizo de goma el wah-wah, y básicamente saco a la guitarra electrica de la ecuacion dedo/púa/slide-cuerda, haciendola sonar con los dientes o con los bordes del equipo. O con lo que estuviera a disposición.

Jimmy Page logró superamplificar el blues eléctrico con Led Zeppelin y tambien brindó nuevas ideas para la guitarra como el uso del theremin o el arco de violín o contrabajo. Tony Iommi, de manera mas rudimentaria desarrollo lo que hoy se conoce como guitarra de heavy metal en Black Sabbath, mientras que Ritchie Blackmore patentó el solo limpio de guitarra en un contexto heavy. Sus improvisaciones -aunque uno piensa que deben haber sido cuidadosamente estudiadas-, son tan nitidas que se pueden cantar nota a nota. Page, beck, Blackmore, Iommi, el no mencionado Peter Green (Fleetwood Mac de los inicios) todos ingleses. Hendrix se desarrollo en Inglaterra, pese a su origen americano. Pero en Estados Unidos pasaban cosas: en Nueva York, Lou Reed iniciaba un minimalismo guitarristico que se transformaría en una escuela. A la hora de tocar, estaban los violerosde la costa oeste; de ellos, Jerry García ("Captan Trips") creo una forma de tocar en base a sus incontables improvisaciones. En San Francisco, Carlos Santana incorporó el sabor latino a la música y la economía pasional (pocas notas, mucho corazón) a las seis cuerdas. John Fogerty se convertiría en un absoluto discipulo de Chuck Berry y su sonido con trémolo sería muy imitado con el correr del tiempo. Neil Young crearía la autentica bola de ruido con distorsión, empuje y descontrol.

Mas tarde llegaría otra clase de virtuosismo de la mano del rock sureño, un estilo que rendía culto a la guitarra eléctrica; algunos de los grupos del género (Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, Molly Hatchet, ZZ top, Outlaws, y siguen las firmas) han llegado a tener tres guitarristas. De todos ellos, el mas legendario por su habilidad, su buen gusto y su muerte en un accidente de moto, ha sido Duanne Allman. Pero existe otro sureño fundamental: un tejano albino llamado Johnny Winter, virtuoso heroinómano que hizo parte del rock and roll mas incendiario de los 70.

La camada del rock sinfónico tuvo sus propios heroes guitarristas en gente como Steve Howe, de Yes, que ademas tenía vasta experiencia en toda clase de instrumentos de cuerdas como la mandolina que, de su mano, comenzó a incorporarse al rock. David Gilmour, mucho mas espacial y mesurado, fue como el Santana del rock sinfónico en Pink Floyd. Steve Hackett descubrió la virtud de la textura y la sutileza para Genesis. No fue por la misma senda Martín Barre, de Jethro Tull, perteneciente a una escuela mas tradicional y rockera.

Robert Fripp es un caso totalmente aparte porque desarrollo una forma de tocar la guitarra absolutamente propia: todo residía en el equilibrio, el aprovechamiento de los silencios, escalas no convencionales y una afinación diferente a la convencional. Con esas armas anima desde los 60 el cuerpo de King Crimsom. En los 80, se incorporó a esa banda otro guitarrista heróico: Adrián Belew, con todo su bagaje de sonidos de la selva. Pero sería injusto reducir a Belew, guitarrista revolucionario, a un simple imitador de sonidos de animales: educado al lado de otro heroe guitarrisa, Frank Zappa, maestro de maestros, Belew desarrollo un estilo con disonancias, escalas exóticas y texturas muy originales.

Por razones que excederían lo meramente musical y ya se adentraría en el terreno de lo filosófico, lo genial y lo académico, Frank Zappa merecería un número entero de Music Expert. Pero ademas de todo lo que ha sido, fue un heroe de la guitarra y pocos han hecho tanto como el por su desarrollo comenzando por los títulos "Mi guitarra quiere matar a mi mamá", y "Callate y toca la guitarra".

Brian May generó un sonido y un estilo propio con la guitarra como orquesta de cuerdas en miniatura. Mick Ronson, impetuoso guitarrista de David Bowie entendió el simbolismo fálico de la viola. Mas tarde llegaría la generación punk, que produciría pocos heroes (¿debería entrar dentro de la categoría Johnny Ramone, Steve Jones o Mick Jones?), pero que revitalizaría su sonido y permitiría la aparición de gente mas arriesgada como Andy Summers -camufaldo en The Police-, David Byrne, Richard Lloyd, Tom Verlaine y Robert Quine. Mark Knopfler, con su mezcla de Clapton y Dylan, les sacaría un buen cuerpo de ventaja a Dire Straits. Mientras tanto, el tronco del heavy-rock seguí produciendo excelentes brotes como Alex Lifeson de Rush, Eddie Van Halen -otro que hizo docencia-, Michael Schenker de Scorpions y UFO, Fast Eddie Clarke en Motorhead, Adrian Smith en Iron Maiden y K.K. Downing de Judas Priest. Junto a Van Halen, el más heróico en los términos tradicionales fue Angus Young, que aún comanda AC/DC y se autoprovoca un estado convulsivo de lo mas contagioso cada vez que le emprende un solo. Dave Mustaine de Megadeth, y Kirk Hammett de Metallica son los que agregaron nuevos eslabones en esta cadena de metal.

Existe una rama estudiosa en el rock and roll, y es la que desarrollo Joe Satriani, maesto de Steve Vai y Kirk Hammett. Formó un grupo comercial en los 80, The Squires, que fue un rotundo fracaso. Lo que en cambio triunfo fue su faceta experimental que quedó registrada en su álbum "Surfing with the Alien", en 1987. Este tronco de estudioso, se inició en el rock con John McLaughlin al frente de Mahavishu Orchestra, y a partir de alli comenzo el término "musica de fusión", que combina el rock y el jazz quedo instaurado. Mucho mas se acentuaría el Jazz en esta fusion con la llegada de Return To Forever, plataforma de lanzamiento para Al Di Meola. Dentro de los virtuosos especializados en rock, hay que mencionar con todas las letra a Steve Vai, que tocó con David Lee Roth y Whitesnake mas alla de sus trabajos solistas; a Steve Morse de Dixie Dregs, que actualmente cubre el hueco que dejó Ritchie Blackmore en Deep Purple, y a Yngwie Malmsteen, sueco que originó la velocidad extrema combinada con la alta precisión, lo que le propinó el apodo de "Paganini del rock".

El glam-rock tuvo a su heroe guitarrero: Mick Ronson. Y el punk dejó algunos nombres abocados a pocos tonos pero con la máxima pudrición : Steve Jones de Sex Pistols, Mick Jones de The Clash y Jonny Ramone de The Ramones. Curiosamente, un punk, Billy Idol, dejaría espacio para que en su carrera solista se luciera un guitarrista virtuoso: Steve Stevens. Y del neo-rockabilly, que apareció en la new-wave, surgió Brian Setzer, hoy al frente de su propia orquesta, pero en aquellos tiempos miembros de Stray Cats. Andy Summers fue un maestro de la guitarra como colchón ; utilizando muchos recursos pero sin meterse en una carrera por la velocidad, logró que The Police tuviera un sonido distinto a partir de su guitarra. Mas adelante incursionaría en otros territorios con sus discos solistas y su colaboración con Robert Fripp.

A mediados de los 80, el blues recobra la fuerza perdida a través de la savia que jóvenes ejecutantes le imprimen. El primero fuer el morocho Robert Gray que acaparó mucha atención con su disco "Strong Persuader". Su formula era un sonido exasperantemente limpio. Tambien en esta época surgió el digno heredero de Jimi Hendrix: Steve Ray Vaughan, de Austin, Texas. Aprendio a tocar de su hermano Jimmie Vaughan, y supero al maestro con creces. Su muerte en un accidente de helicóptero cuando atravesaba el mejor momento de su carrera, le dio destino de mito. Jeff Healey, guitarrista no vidente de origen canadiense, fue otro de los que hizo renacer el blues en los 80. Todos ellos fueron acompañados por dos senior que fatigaron los escenarios sin jamas rendirse: B.B. King y Albert Collins.

Prince siempre apeló a la simbología hendrixiana para identificarse; "Purple Rain" es una cita directa a "Purple Haze". Sin embargo, a la hora de nombrar influencias, el morocho de Minneapolis siempre invoca la figura de Santana. Quizas para que no sea tan evidente de donde saca varios de sus trucos. Su enorme labor como compositor, productor, cantante y divo extravagante suele eclipsar sus dotes de guitarrista

En el terreno del rock apareció una nueva tendencia en los 80, que predominó sobre todo en la música inglesa: la guitarra atmosférica. Es probable que todos los guitarristas que se hicieron conocer por medio de ese estilo hayan abrevado en las fuentes de Phil Manzanera de Roxy Music. De todos ellos, el mas inteligente ha sido The Edge, guitarristade U2, por su maestría con el delay, pero no se han quedado atras hombres como Robert Smith de The Cure, Charlie Burchill de Simple Minds, y Will Sargeant de Echo & The Bunnymen. Johnny Marr de The Smiths le agregaría al estilo atmosférico su propio sello con profusión de arpegios, y John Squire de Stone Roses denotaría su amor por Jimmy Page.

Vernon Reid de Living Colour es un caso aparte. Experimentador nato, se mueve como pez en el agua en el rock y en el Jazz, y formó Living Colour tratando de subir el piso de ejecución en el rock sin por ello ponerse aburrido. Living Colour lo logró en sus dos primeros discos, pero pronto perdió el rumbo: a mediados de los noventa Vernon Reid se dedicó a su proyecto solista, mucho mas intrincado musicalmente.

Slash es la última estrella guitarrera tradicional que se ha hecho conocido por lo incendiario de sus solos en Guns N' Roses o en cualquier disco que ha tocado. Detrás de esa mata de pelos ensortijados que le ocultan el rostro, hay un guitarrista fogoso y virtuoso por igual.

En los últimos años pocos heroes de la guitarra han surgido dentro de las filas del rock. Peter Buck de R.E.M., es cultor de un perfil bajo acorde con sus trabajos armónicos sutiles y de cierta distorsión perversa que ha acuñado con los años. Noel Gallagher de Oasis tiene poca habilidad, pero sabe como pararse sobre el escenario y el sonido guitarrero de su grupo es una delicia para oidos betleamaníacos. Gaz Coombes de Supergrass no destaca tanto por su sonido distintivo, pero si por sus superpatillas. Otra cosa completamente distinta es Graham Coxon de Blur; muy nerd en su aspecto y muy creativo en la ejecución, empleando afinaciones no convencionales, incorporando ruidos inconexos que hace sonar otra sinfonía, sin por ello desdeñar todo el bagaje tradicional que hacen de un guitarrista todo un heroe.

Seguramente deben haber quedado nombres afuera; hay miles de violeros que no aparecen en este informe por estar fuera del marco rockero, por falta de espacio y también por falta de memoria. Pero el avance de la música electrónica con samplers y sintetizadores han disminuido el flujo de guitarristas de rock. Muchos dicen que dentro de poco la guitarra eléctrica será cosa del pasado, pero creer que el futuro pasa solo por lo tecnológico es desdeñar el componente musical. Y alli es donde una vez mas, en un futuro no muy lejano, la guitarra eléctrica comandada por un nuevo heroe, volverá a sorprender a propios y a extraños.

Sergio Marchi

 

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