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GODIN …en estudio

El representante local de esta marca canadiense de guitarras, reunió en el estudio CamarónBrujo a algunos de sus artistas para testear nuevos modelos como la Acousticaster, y también para charlar con Patrick Godin, hijo del creador de estos instrumentos.

Richard Coleman
Yo tengo la Godin 5th Avenue Uptown. Resulta que cuando estaba preparando el concierto que hicimos el año pasado en el Planetario, la gente de Godin me contactó para ofrecerme de probar una eléctrica. En aquel momento yo estaba con demasiadas cosas en la cabeza y no estaba preparado para probar una guitarra nueva. La cosa es que me traen la Montreal, y yo les dije que como ya tenía una tipo 335, mejor hablábamos más adelante. Yo tengo muchas guitarras y cada una cumple una función. No quería tener otra guitarra porque sí. La idea de la guitarra que hace todo fue, no tengo una guitarra que me sirve para todo. Elijo una guitarra para tal o cual show, pero no tengo una que cubra todas pero todas las expectativas. La cosa fue que después fui al showroon de Godin para ver lo que había, y en el camino pensé que no tenía una guitarra hollowbody tipo rockabilly. Así fue como apareció la 5th Avenue Uptown. ¡La guitarra me mató de una! Tanto es así que estuve tocándola en casa diez días sin parar. En un principio pensé en meterla sólo en algunos temas del show, pero después hice más de medio show con la Godin. La guitarra me generó ganas… Ahora llevo a los shows sólo dos guitarras, una SG para el general de los temas y esta Godin. La uso mucho para grabar y en vivo, con distorsión, no acopla para nada. Cuando la agarré al principio pensé que iba a servir sólo para los temas más pop, y no… ¡Es increíble!

Luis Salinas
La Godin con cuerdas de nylon que yo uso tiene más de veinte años, y lo que encontré en ella es el punto exacto entre una eléctrica y una española. Antes yo venía tocando otras guitarras. Pero uso la Godin por el diapasón, por el sonido, y por una cosa que no es menor, que es que en vivo la guitarra no acopla. Esto último es muy importante, porque de otra forma, si la banda sube vos no podés subir. En cuanto a su sonido, tengo la dulzura de una española, y además el ataque que necesita por ejemplo una chacarera. Mi primer guitarra la tuve a los 27 años, entonces yo no tengo esa cosa del amor a la guitarra, de ponerle nombre, etc. En algún lugar pienso que el instrumento es uno, pero en el caso de la Godin, después de tocarla por tanto tiempo, la llevo en mi corazón.

Baltasar Comotto
Tengo una Montreal Premiere con palanca Bigsby. La viola me encantó, tanto por su sonido como por su balance. En vivo la uso tanto clean como con distorsión, así que la encuentro muy versátil. Me gusta como rinde. Yo siempre toqué con violas vintage, y esta Godin encaja perfecto con mi sonido. Me acuerdo que cuando tocaba con Luis (Alberto Spinetta), él no usaba violas vintage. Así que esta Godin en un punto también me atrapa, recordándolo a él. También había probado la Dorchester, pero para lo que estoy haciendo me gustó más esta Montreal.

Ernesto Snajer
La primera vez que ví una Godin Multiac fue hace muchísimos años, en el ’98, en un negocio del centro que ya no existe más. La guitarra me encantó, pero yo no tenía la guita para comprarla. Por esas vueltas de la vida, un tiempo después el gran Francisco Rivero puso en venta la suya. Yo se la compré y la tuve muchos años, hasta que la tuve que vender. Adoraba esa guitarra. Después tuve otra Multicac que me regaló un catalán con el que había hecho una producción en Barcelona. Más acá en el tiempo, cuando la gente de Dumpell me dio el endorsement pegué una 5th Avenue y una Multiac SA de tres vías. Siempre estoy atento a lo que hace Godin en sus guitarras. Soy un enfermo del MIDI, y Godin desde un comienzo incluyó el MIDI en varios de sus instrumentos. Ahora pedí una Montreal Premiere con el TriplePlay, ya que tenés la posibilidad de usar sonidos digitales sin tener que pasar por una interfase física. La interfase es sólo un pendrive, lo cual para un tipo que viaja tanto como yo está buenísimo.

Chowy Fernández
Desde hace cuatro años uso la Redline 3. La guitarra es un caño, es muy fiel y a pesar de tener palanca, no desafina para nada. La historia fue que me lo presentaron a Patrick Godin, y después de escucharme tocar, fue él quien me ofreció la posibilidad de tener esta guitarra. Un año después me llegó la Redline 3 y la verdad que estoy muy contento. La guitarra trae EMGs, el set 81/85, que son los micrófonos que van para el estilo que yo toco. El mango es todo de maple, bien pistero.

Andrés Dulcet
Vengo usando el bajo hace exactamente dos años. Es un Shifter de cinco. Yo soy una especie de bajista clásico, principalmente de rock. Siempre me gustó el audio del Jazz Bass, y una vez en una casa de música, escuché a un flaco que lo estaba probando. Cuando lo probé yo me pareció más que interesante, tanto en lo que se refiere al audio como al diapasón. Además, tiene el plus de traer tres mics. Podés sacar el sonido de un JB, de un Precision, después está el seteo usando los dos mics de los extremos, y todo con un circuito pasivo. La quinta cuerda responde maravillosamente, cosa que quizás no pasa en otros bajos que he probado. Encontré un instrumento muy balanceado, con una tremenda relación calidad/precio. El diapasón puedo compararlo más con un Precision que con un Jazz. A la altura de la cejuela, las cuerdas no están tan juntitas como en un Jazz. La electrónica la veo muy piola. Sobre todo en grabaciones, cuando te enchufan a la consola, tener tantas posibilidades te soluciona muchos problemas. Otra gran virtud que le encuetro es el puente dual, donde si querés podés pasar las cuerdas a través del cuerpo del instrumento para lograr mayor sustain.

Patrick Godin
La Acousticaster fue el primer modelo que introdujo mi padre, Robert Godin, en 1988. La guitarra lleva cuerdas de acero, y fue pensada para los guitarristas eléctricos que querían tocar una acústica, pero que no querían un instrumento con un cuerpo grande. Además, el diapasón tiene las dimensiones del de una eléctrica, y por supuesto, es un instrumento que en vivo no acopla. Su formato es bastante conservador. Tiene un cuerpo macizo con cámaras de aire, y otra característica es que en su interior, debajo del puente, trae un sistema mecánico de barras (tres por cuerda) que crean una resonancia para lograr un auténtico sonido de guitarra acústica. Este año sacamos lo que sería la evolución de la Acousticaster original, sumándole entre otras cosas un mini-humbucker en la posición del mango. Básicamente, el circuito permite mezclar los sonidos eléctricos del pickup magnético y los acústicos del transductor. También trae dos salidas individuales. Podríamos decir que esta guitarra es la predecesora de la Multiac.

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