Cainzos Corbelli Clavo Bass Custom

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Por noviembre del 2010, fuimos con mi amigo Chizzo Nápoli (La Renga) a tocar en el homenaje que se le hacía a Javier Martínez (Manal) en Berazategui, donde se lo nombró "Ciudadano ilustre" del lugar. Luego del show, el guitarrista de Javier, Maxi Delli Carpini, me presenta a Fernando Cainzos y a Florencio Corbelli, dos luthiers de Florencio Varela. Ellos me preguntaron qué bajos estaba usando, y si me gustaría tocar con un bajo custom, fabricado especialmente para mí. Así fue que comenzamos a hablar, y llegamos al diseño de este "Clavo Bass".

Tanto Cainzos como Corbelli, dieron por separado sus primeros pasos en el campo de la luthería por el año 1999, incursionando en la construcción de réplicas de guitarras famosas, y también realizando reformas y calibrado del instrumento. No fue sino hasta mediados del 2003 que estos luthiers se conocieron, cuando aún eran estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes. Con el correr de los años, decidieron trabajar en conjunto, adquiriendo herramientas, maquinaria, y montando un pequeño taller. Empezaron construyendo variantes de clásicos como la Strato, la Tele, la RG y la Les Paul, implementando reformas funcionales y estéticas tales como acceso al tensor, forma y espesor de mástil, curvatura del diapasón, rebajes y contorno del cuerpo en la Telecaster, acceso al jack y controles, micrófonos y circuito exclusivo para cada intérprete, e incluso han llegado a experimentar con diversos tipos de maderas para los cuerpos, obteniendo distintos sonidos. En el año 2009 decidieron abrir un negocio de instrumentos musicales en la localidad de Florencio Varela, trabajando con distintas marcas del mercado nacional e internacional. En la actualidad, pese a continuar construyendo todo tipo de réplicas de guitarras y bajos, se encuentran trabajando en lo que será un modelo propio.

Para el diseño del Clavo Bass, decidimos partir de un modelo clásico, similar al utilizado por Sting, un P-Bass de los 50's, y modificarlo sin alterar su aspecto vintage. Construido en una pieza de fresno norteamericano, el cuerpo presenta un contorno más sutil que el original y un rebaje en la parte posterior, para que se ajuste bien al cuerpo. Posee un acabado esfumado de dos tonos, y laca poliuretánica para obtener más durabilidad y brillo. Por su parte, el mástil fue construido en una pieza de corte radial de maple norteamericano, dotado de una cejuela de bronce y acceso al tensor por el cabezal. Presenta una curvatura con un radio de 12" y una forma de mango en C, para variar la clásica D que tiene el original. Está levemente teñido en un color amarillo/naranja, y tiene un acabado en laca poliuretánica, con el fin proteger la madera del constante roce de las cuerdas. Se utilizó un puente que cuenta con cuatro apoya-cuerdas en lugar del clásico de dos, para poder obtener un ajuste y calibrado más preciso. Las clavijas son de tipo Precision, y en la paleta del clavijero se encuentra mi firma junto con la marca de los luthiers. Cabe destacar que tanto el guardapúa como la chapa que sujeta los controles fueron construidos a medida y en forma artesanal.

Finalizada su construcción, los luthiers Cainzos y Corbelli me contaron que recibieron la enorme colaboración de la gente de De Castro Guitar Works, quienes junto con el mic original, agregaron un micrófono de tipo Jazz Bass de la línea EMG y un circuito activo, logrando así una gran versatilidad, y haciendo de éste, un instrumento que se ajusta perfectamente a distintos estilos musicales.
El bajo tiene unos graves bien profundos, sobre todo en la posición pasiva. Tiene un sólo control de volumen, y le sumamos también un pote de tono con push/pull para ponerlo en activo, que lo que hace es básicamente, variarlo en su frecuencia. En lo personal prefiero los bajos clásicos, y este bajo es justamente para los bajistas que gustan de los instrumentos clásicos.

"Clavito" Actis