En nuestro país, existen a lo largo y a lo ancho un sin fín de artesanos que en pequeños talleres, construyen valiosas herramientas para el quehacer musical. En esta oportunidad, probamos esta guitarra, hecha en la provincia de Santa Fe.
Nacido en Villa Mugueta y radicado desde hace años en Gálvez, Pcia. de Santa Fe, Marcos Murphy estudió en la Escuela de Luthería de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. Seguidamente continuó investigando en forma autodidacta, principalmente en el tema de los instrumentos eléctricos. A través de la gente de “Gálvez Music” recibimos una guitarra eléctrica, la cual representa la calidad y meticulosidad con la cual trabaja este luthier santafecino.
La construcción de estos instrumentos es totalmente artesanal, a pesar del uso de algunas máquinas como son la sierra sin fin, la lijadora, o la cepilladora. El tiempo promedio que lleva hacer un instrumento como el de este review es de uno a dos meses, dependiendo de la complejidad del mismo. Una de las grandes diferencias entre un instrumento de luthier y uno de serie, está principalmente en la selección de las maderas. El luthier busca en las mismas el mejor corte y el mayor estacionado. Además, al encargar un instrumento de luthier, el músico sabe que cada uno es único e irrepetible.
El mástil de esta guitarra es de una sola pieza de guatambú, con una tapa trasera en la parte del cuerpo de flame caroba. El diapasón es de guayacán negro del Chaco. Su radio es compuesto, y va de 12" a 20". Posee incrustaciones de abalone verde y rojo, y lleva cenefas de acrílico crema con marcadores de abalone verde. El clavijero presenta un frente de raíz de nogal, con incrustación de la marca en abalone rojo. En cuanto al cuerpo, el mismo está hecho con dos piezas de nogal, y trae una tapa hecha con dos piezas de burl marmelero. Un detalle es que en la parte trasera, tanto la tapa del circuito como la de la llave de tres puntos llevan una tapa de raíz de nogal. Todo el instrumento está terminado al aceite, excepto el mástil, el cual lleva un laqueado de poco espesor. Con el tema de las maderas importadas y su excesivo costo, Murphy prefiere reemplazarlas por maderas argentinas, las cuales cuentan con similares características sonoras, y en muchos casos un aspecto estético superior (“El alerce de la Patagonia para reemplazar al pino abeto, la guayibira, el jacarandá negro, o el algarrobo para reemplazar al palisandro de la India, y el guayacán para el diapasón, también conocido como ébano argentino”). En el rubro electrónica, el luthier optó por colocarle a esta guitarra dos pickups DS nacionales (P-Classic Neck y un AH1 Bridge de alnico), los cuales están montados directamente sobre la madera. La llave de tres posiciones trabaja en conjunto cn un pote de volumen y uno de tono. Este último es del tipo push/pull, como para convertir las pastillas de doble a simple bobina. Todo el circuito trae un apantallado de cobre para reducir cualquier tipo de ruido o interferencia.
La escala de este instrumento es la tipo Gibson de 24 3/4", y está entrastado con el método de corrección de la afinación del luthier Estrada Gómez, adaptado por el propio Murphy a la guitarra eléctrica. El formato del mástil es tipo V, pero con el espesor de la Les Paul. Este tipo de formato da la sensación de que el mango es más fino de lo que en realidad es. Este instrumento, que al ser de luthier, inspira por sí mismo un respeto dado por su impresionante look visual, cuenta con la ventaja de que al presentar una terminación mate o al natural, resulta familiar al tacto. Y si bien su formato está basado en el de una Les Paul, su grosor guarda mayor cercanía con el de una Single Cut de PRS. Lo mismo sucede con el rebaje de la sección del cuerno inferior, en la parte trasera del cuerpo. Acústicamente, la guitarra tiene un sonido con presencia y proyección, no tan medioso como el de una Les Paul, por ejemplo. Su diapasón es extremadamente cómodo, invitando de esta forma y sin problemas a la velocidad. Ya enchufada, esta Murphy logra retener el mismo carácter acústico, sumado lógicamente a las propiedades sonoras de los DS Pickups.
Entonces, la gran pregunta podría ser: ¿por qué necesito una guitarra de luthier? Y la respuesta no siempre puede ser la misma. Los músicos suelen tener una relación muy especial con sus instrumentos. No por nada, los términos “guitarra” y “novia” son utilizados como sinónimos por muchos guitarristas. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial podría ser: porque quiero tocar con algo que sea mío y de nadie más. En este rubro, Marcos Murphy pone el acento en un cuidado y fino diseño, el cual se combina con una look vistoso y delicado.
En nuestro país, existen a lo largo y a lo ancho un sin fín de artesanos que en pequeños talleres, construyen valiosas herramientas para el quehacer musical. En esta oportunidad, probamos esta guitarra, hecha en la provincia de Santa Fe.
